Poemas de Rabindranath Tagore
REGALO DE AMANTE Anoche, en el jardín, te ofrecí el vino espumeante de mi juventud. Tú te llevaste la copa a los labios, cerraste los ojos y sonreíste; y mientras, yo alcé tu velo, solté tus trenzas y traje sobre mi pecho tu cara dulcemente silenciosa; anoche, cuando el sueño de la luna rebosó el mundo del dormir. Hoy, en la calma, refrescada de rocío, del alba, tú vas camino del templo de Dios, bañada y vestida de blanco, con un cesto de flores en la mano. Yo, a la sombra del árbol, me aparto inclinando la cabeza; en la calma del alba, junto al camino solitario del templo. TE COJO LAS MANOS Te cojo las manos, y mi corazón, buscándote a ti, que siempre me eludes tras palabras y silencios, se hunde en la oscuridad de tus ojos. Sin embargo, sé que debo estar contento en este amor, con lo que viene a rachas y huye, porque nos hemos encontrado por un momento en la encrucijada de los caminos. ¿Soy yo tan poderos