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Mostrando entradas de noviembre 9, 2008

PAUL KLEE - DEATH AND FIRE (1940)

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BEETHOVEN - MOONLIGHT SONATA OP. 27

EL DERRUMBE. Por Francis Scott Fitzgerald

Sin duda que la vida entera es un proceso de quebrantamiento, pero los golpes que desempeñan la parte dramática del trabajo —los grandes y repentinos golpes que vienen, o parecieran venir, del ex­terior—, los que uno recuerda y lo hacen culpar a las cosas, y de los cuales, en los momentos de debilidad, se habla a los amigos, no mues­tran sus efectos de inmediato. Hay otro tipo de golpe que viene de adentro y que uno no siente hasta que es ya demasiado tarde para impedirlo, hasta que comprende positivamente que de algún modo no volverá a ser el mismo. El primer tipo de quebrantamiento parece ocurrir rápido; el segundo ocurre casi sin que uno lo sepa, pero se le percibe en realidad muy de repente. Antes de continuar con esta breve historia, permítaseme hacer una observación general: la prueba de una inteligencia de primera clase es la capacidad para retener en la mente dos ideas opuestas a la vez sin perder la capacidad de funcionar. Uno debiera, por ejemplo, ser capaz de ver que las cos

LAS VULGARIDADES DE LA NOVELA. Por Ernesto Sábato

Cuenta Gide en su Journal que Valéry no se decidía a escribir una frase como "La marquise sortit a cinq heures". ¿Y qué prueba eso? Una novela, y hasta una gran novela, está llena de frases tan triviales como ésa, como la vida misma: Hegel también se desayunaba. Además, una ficción es como un continente, en que para llegar a lugares que han de fascinarnos deben atravesarse estúpidas llanuras sin otros atributos que el polvo, el cansancio y la monotonía. Muchas veces me he preguntado si Valéry no consideró sus impotencias como virtudes. Apuesto a que habría querido escribir el Quijote, que está plagado de marquesas que salen a las cinco. Se pasó la vida hablando de las matemáticas y usando giros de su idioma, que los profanos admiran tanto más cuanto más los ignoran; y sin embargo no pudo aprobar el ingreso a no sé qué escuela por culpa de esas matemáticas. Pascal abandonó a los trece años a esa mujer por la que Valéry suspiró sin poder poseerla. Como para que no escribiera aq

REGLAS SOBRE LA ESCRITURA. Por Elmore Leonard

Lo que sigue son las reglas que Elmore Leonard postuló -con cierta sorna- en una entrevista concedida a una revista americana. No tienen porque ser necesariamente las mejores, ni tenemos por qué estar de acuerdo con todas y cada una de ellas. Pero nos servirán como guía para conocer a los maestros. También para que conozcas las diferencias entre los escritores norteamericanos y los hispanos o europeos . Elmore Leonard aboga por que el escritor sea invisible, que muestre, en vez de contar la historia. Pero si tienes facilidad para el lenguaje, imágenes propias y el sonido de tu voz te encanta... puede que estas reglas no sean para ti. Léelas y luego sáltatelas. 1. Nunca empieces un libro hablando del clima Si sólo te sirve para crear atmósfera y no es una reacción del personaje al clima, no debes usarlo demasiado. El lector buscará las reacciones del personaje. Hay algunas excepciones, claro. Si te llamas Barry López y conoces más maneras de describir el hielo y la nieve que un esquimal

POEMAS DE JORGE LUIS BORGES

AMOROSA ANTICIPACIÓN Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito de niña, ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios serán favor tan misterioso como mirar tu sueño implicado en la vigilia de mis brazos. Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño, quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige, me darás esa orilla de tu vida que tu misma no tienes. Arrojado a quietud, divisaré esa playa última de tu ser y te veré, por vez primera, quizá, como Dios ha de verte, desbaratada la ficción del Tiempo, sin el amor, sin mí. ARTE POÉTICA Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño que sueña no soñar y que la muerte que te

PIERRE MENARD, AUTOR DEL QUIJOTE. Por Jorge Luis Borges

La obra visible que ha dejado este novelista es de fácil y breve enumeración. Son, por lo tanto, imperdonables las omisiones y adiciones perpetradas por madame Henri Bachelier en un catálogo falaz que cierto diario cuya tendencia protestante no es un secreto ha tenido la desconsideración de inferir a sus deplorables lectores -si bien estos son pocos y calvinistas, cuando no masones y circuncisos. Los amigos auténticos de Menard han visto con alarma ese catálogo y aun con cierta tristeza. Diríase que ayer nos reunimos ante el mármol final y entre los cipreses infaustos y ya el Error trata de empañar su Memoria... Decididamente, una breve rectificación es inevitable. Me consta que es muy fácil recusar mi pobre autoridad. Espero, sin embargo, que no me prohibirán mencionar dos altos testimonios. La baronesa de Bacourt (en cuyos vendredis inolvidables tuve el honor de conocer al llorado poeta) ha tenido a bien aprobar las líneas que siguen. La condesa de Bagnoregio, uno de los espíritus má

NOTAS SOBRE D. H. LAWRENCE. Por Valmore Muñoz Arteaga

Al inicio de una de las novelas más importantes del siglo XX, su autor plantea la siguiente idea: “Nuestra época es esencialmente trágica, y precisamente por eso nos negamos a tomarla trágicamente. El cataclismo ya ha ocurrido, nos encontramos entre ruinas, empezamos a construir nuevos y pequeños lugares en que vivir, comenzamos a tener nuevas y pequeñas esperanzas. No es un trabajo fácil. No tenemos ante nosotros un camino llano que conduzca al futuro. Pero rodeamos o superamos los obstáculos. Tenemos que vivir, por muchos que sean los cielos que hayan caído sobre nosotros” Esta muestra incuestionable de vitalismo pertenece a la novela El amante de lady Chatterley del célebre David Herbert Lawrence. La obra de Lawrence se encuentra entre las más originales y reveladoras en lengua inglesa. Una obra que se erige sobre la base de una vida realmente dramática y compleja. Proveniente de una sociedad dedicada a la minería, Lawrence influido por ese ambiente oscuro, no sólo logró conocer a