Entradas

Mostrando entradas de enero 18, 2009

EL MAESTRO ISRAEL CENTENO

Imagen
Entre Shandys y Bartlebys dedica este número al maestro Israel Centeno , autor de Calletania, Exilio en Bowery, El Complot, La Casa del Dragón, Bengala, entre otras piezas narrativas. Israel Centeno se ha transformado en un autor de culto para muchos escritores de la nueva generación de narradores venezolanos.

LA LUZ NEGRA DE ISRAEL CENTENO. Por Roberto Echeto

Para quienes no lo conozcan, Israel Centeno es uno de nuestros artistas más inquietos. Si no lo creen, busquen su prontuario y vean que sus contemporáneos le debemos (con D mayúscula) el que sea fundador y editor del sello Memorias de Altagracia, una pequeña editorial que se ha dedicado a publicar las nuevas voces (malagradecidas o no) de nuestra literatura. Observen además que Israel ha sido, y es, guía de otros escritores más jóvenes a través de los talleres que da aquí y allá, donde lo dejan y él quiere. Fíjense también que Israel es un autor bien prolífico que ha escrito obras poderosas que no tienen nada que ver con esa literatura al uso en este país de locos en el que para ser un escritor exitoso, hay que ser cubano, colombiano, español, argentino, chileno... Todo menos venezolano. Cada artista tiene su propio proyecto, y, en el caso de Israel, su proyecto es de una riqueza asombrosa. Su obra reúne cuentos eróticos, novelas que hablan de la vida en el barrio, cuentos de terror, n

ISRAEL CENTENO, LA ANTIÉPICA DE LA NOVELA (Acerca de Bengala). Por Rafael Rattia

BENGALA, es una novela escrita desde el fondo turbio y desgarrado de la vida. Más aún, es la novela por excelencia de los tiempos que corren. Si es verdad el antiguo precepto árabe que tanto gusta citar cierto amigo; “los hombres se parecen cada vez más a su tiempo que a sus padres” entonces he aquí la comprobación empírica y subjetiva de la semejanza del narrador con su época, su tiempo histórico, su irrenunciable presente que lo funda y constituye. Como toda novela que aspira trascender los endebles parámetros imaginarios de lo real, BENGALA se zambulle con vehemencia y denuedo hasta el fondo de los abismos de unas caracterologías derrotadas y expulsadas del paradisíaco infierno de la urbe que los contiene. Centeno se erige en esta novela en dignísimo artífice de un arte narrativo que escarba el grado cero de la abyección de seres (personajes) extraviados para siempre en los caminos que no tienen retorno: la droga, el paro crónico, la prostitución, el indomable vicio del alcohol, la

LA CASA DEL DRAGÓN. (Fragmento) Por Israel Centeno

….Umbertino tiene que atravesar la ciudad universitaria para llegar al consultorio de Eleonora. A veces se pregunta si no sería más fácil tomar un taxi o irse en metro. Pero le gusta caminar. Integrarse al paisaje, sin importar cuán caótico sea. Las cosas estuvieron peor. Nunca se percató de las quemas de cauchos, los disparos de armas largas, de los levantamientos de barricadas. La ciudad fue siempre algo vivo que hacía bulla. En oportunidades se veía obligado a sacar su pañuelo para llevarlo a la nariz y a la boca. Los gases lacrimógenos pueden ser un problema. En aquellos momentos estaba inmerso en sus dificultades para relacionarse. Llevaba el peso del ridículo. El fardo bufonesco del que aún no se ha librado. Hay pausa. El país se tomó su tiempo. A pesar de algunos enfrentamientos eventuales, nada ocurre en realidad. Ha seguido consultas diarias con su terapeuta. No es muy optimista. Sólo mantiene la íntima esperanza de que va a violentar la transferencia e ir más allá de las hora

EL DIOS DE LIVIA. Por Israel Centeno

"Cantan en el retiro de la nochey el sapo verdinegro danza en dos piesdelante de una luna mortal". El páramo, José Antonio Ramos Sucre Me he refugiado en el saber y así he perdido mi alma. Fui construyendo poco a poco una estructura flexible y vasta apuntalada por las ciencias y las artes. Hoy, deslindado en el mal, único lugar posible para la sublime práctica de la sensibilidad, cuestiono el saldo; la expulsión del mundo de mis semejantes, la certeza de no haber vivido y el desprecio hacia el otro, incapaz de reflejarme. En Italia era un hombre ciertamente afortunado. Miembro de la casa de Saboya y primo del rey, copero de su majestad y caballero con derecho a estar cubierto delante de su alteza real; considerado emblema de hombría, portento de elegancia y buenos modales. Bien transcurría yo mis días en Florencia, exaltado por el portento de sus iglesias y disertando sobre las bellas artes o bien asistía en la escuela de medicina de Nápoles a la disección clandestina de cad

CALLETANIA. (Fragmento) Por Israel centeno

El faro, donde vive Daniel, es un dedal frente a la casa de universos ocultos. Descuadra la calle, es un punto luminoso en las noches, sus luces permanecen casi siempre encendidas hasta el amanecer. José espera su turno para un partido de ajedrez, recostado en una biblioteca improvisada. Suda. Su cara brillante parece una calva con rasgos y facciones. Se acoda en los libros, entre los que se pueden leer títulos como ¿Qué hacer? de Lenin. Bosteza y mira a su alrededor. El cuarto no tiene gran cosa: una calavera de burro sobre montones de periódicos en desorden, una poltrona descosida cubierta de ropa usada, un retrato de Karl Marx colgado de la pared, un afiche del Che y una ruana. Lo demás, vasos a medio llenar, pantalones y camisas anudados sobre un guacal que funge de mesa de noche y cómoda, porque encima de él hay un espejo donde se distorsiona el reflejo de los que juegan ajedrez sobre la cama. -¿Qué estuviste hablando con el Coronel en la platabanda de la casa de Ricardo? -por

SEGÚN PASAN LOS AÑOS. Por Israel Centeno

No se habla de amor sin arriesgar una tontería, decía Jorge. A comienzos de los setenta me la pasaba enamorado: Aída, Josefina y Luisa, las tres desgracias. No tenía sentido continuar en el barrio. Se dividió el partido, la insurrección se posponía o todo se iba para el carajo. Abel montó su negocio y movía la cocaína en la plaza de Los Elefantes. ¿Quién iba a pensarlo? me dijo Alberto. Abel, el íntegro, ejemplo de toda la militancia de Catia. Un hombre de mística, repetía, movía la cabeza de un lado a otro y se miraba las uñas. El Indio Becerra se inscribió en la escuela de aviación. Seguía la línea del partido o buscaba tener futuro. Le hicimos una fiesta de despedida. Nos reunimos todos los de la calle e invitamos a las diablas del Liceo Andrés Eloy. Compramos anís y ron y cerveza. El hermano del Indio granuló más de una botella con mandrax. Las paredes sudaron esa tarde. Enrique prestó su casa y se la sudamos. Cuando sonaba un bolero de Roberto Roena, me le acerqué a Jorge y le dij

ISRAEL CENTENO

Imagen

HILO DE COMETA DE ISRAEL CENTENO

Hilo de cometa narra los "ritos de paso" de un adolescente venezolano que vive aún de sus mitos (la película Rebelde sin causa, el sexo iniciático, las primeras borracheras, las motos, el mar en verano...) con el contrapunto terrible de la tortura a la que es sometido su padre, un militar progresista, en medio de una de las muchas dictaduras de América Latina.Completa el volumen otra novela corta (nunca antes publicada, ni en Venezuela ni aquí: es rigurosamente inédita) de Israel Centeno: Retrato de George Dyer, que insiste en algunos temas ya presentes en Hilo de cometa y en Iniciaciones (Periférica, 2006). En el Londres y en la Barcelona de los años 80, donde vivió Centeno algún tiempo, el título de un cuadro del pintor Francis Bacon se nos ofrece como clave para adentrarnos en un territorio, como la propia obra de ese pintor, informalista y figurativo a la vez, expresionista y lírico, muchas veces doloroso; siempre sugerente. Una historia de amor entre hermanos y también u

SIN RIESGO NO HAY LITERATURA. Entrevista a Israel Centeno

“El complot” novela de Israel Centeno esta marcada por el sino de la realidad de Venezuela, su apuesta literaria no deja de ser arriesgada, porque entre traiciones y persecuciones, crímenes y mentiras, Centeno destaja la historia reciente de su país. En el mejor de los casos, “El complot” se traduce en el grito que Centeno lanza desde el desbarrancadero de la historia reciente de Venezuela. No se trata de una novela de actualidad, pero sí de los espejos que se esconden detrás de la misma. A Caracas se le toca de cerca. Se le ve de día y sorprende de noche. La violencia parece arrojarse con la misma fuerza que las aguas del Orinoco, mientras existe un país que naufraga y ahoga en las trampas de su historia— y sus espejismos. En “El complot”, describe los acontecimientos más recientes en la historia política y social de Venezuela. ¿Pero no es una apuesta literaria arriesgada, la de escribir una novela sobre acontecimientos que se encuentran aún en pleno desarrollo? En el momento en que

INICIACIONES. Por J. Ernesto Ayala

La novela de iniciación tiene una larga tradición en la literatura universal. El escritor venezolano Israel Centeno (Caracas, 1958) transita por este género en Iniciaciones. Y lo hace desafiando, a la vez, la pulcritud y la instantánea eficacia que exige la novela corta. El tránsito de la adolescencia a la adultez tiene como premisa en la novela la descripción del dolor y el éxtasis que provoca todo aprendizaje sentimental. En ese aprendizaje está comprometido el propio cuerpo, que tiene que buscar su acomodo en un paisaje de decepciones y tristezas, los alimentos terrenales que diría el joven Gide. No se trata de salir indemne. En la novela de iniciación de lo que se trata es de rendir honores a las heridas de juventud. En su novela, Israel Centeno trabaja su historia con el arrebato corporal y las preguntas que no siempre tienen respuesta. A todo ello, Centeno suma la arquitectura. Iniciaciones es una historia de vehemencias varias. El salto del campo a la ciudad (Caracas). Del país

ISRAEL CENTENO, LA ALEGRÍA DE LOS SÁBADOS.

Vuelve la obra de Israel Centeno a darme otra alegría sabatina. Si el sábado pasado me topaba con emoción con la edición española de Iniciaciones en la Casa del Libro, hoy (que no he salido a ver libros porque la lluvia recomienda quedarse en la casa, como los gatos) abro el suplemento cultural del diario ABC -quizá el mejor en España hoy por hoy- y me encuentro con la certera reseña (pinchen en la imagen para agrandar) que Arturo García Ramos hace, y que coloco a continuación para el que quiera compartir esta alegría conmigo (y con su autor).¡Éxito para Isra y la literatura venezolana! -Juan Carlos Chirinos- Fábula «de-constructiva» Arturo García Ramos Iniciaciones es el relato de cuatro historias —tituladas con el nombre de sus protagonistas— que simulan cierta independencia. Y así se obliga al lector a conocerlas, en el orden al que nos somete la lectura sucesiva. La vida de cada personaje da cuenta de un rito de iniciación, una experiencia sufrida y traumática que lleva a cada uno

ENTREVISTA CON ISRAEL CENTENO.

El domingo 5, Liborio Barrera entrevistaba a Israel Centeno para el suplemento Cuadernos de El Periódico de Extremadura . Creemos que la entrevista, muy interesante, merece ser reproducida. "SOY UN HIJO DEL BOOM"El escritor venezolano Israel Centeno irrumpe en el panorama narrativo de España con Iniciaciones, una novela corta sobre la adolescencia, que publica la editorial extremeña Periférica. Nacido en Caracas en 1958, Israel Centeno es, además de narrador, editor y poeta. Entre sus novelas destacan Cayetana (1992, Premio CONAC), Criaturas de la noche (2000) o Bengala (2005). Escribió Iniciaciones hace 10 años. ¿En qué circunstancias lo hizo? Es una novela que se inscribe dentro de una tradición y recoge las resonancias de voces que fueron importantes para mí (Antonio Márquez Salas, Gustavo Díaz Solís, Rómulo Gallegos y el Guillermo Meneses de Campeones). Para mí era importante conciliar las formas de expresión con las historias. En Iniciaciones, un texto de reconocimien

EL SÉPTIMO SELLO

Imagen

PARA ACABAR CON INGMAR BERGMAN - EL SÉPTIMO SELLO. Por Woody Allen

(El drama se desarrolla en el dormitorio de la casa de dos pisos de Nat Ackerman, en algún lugar de Kew Gardens, Nueva York. La habitación está enmoquetada. Hay una gran cama doble y un inmenso velador. La habitación está enmoquetada y acortinada de forma meticulosa y en las paredes hay varias pinturas y un barómetro no muy atractivo. Se oye una música suave cuando se levanta el telón. Nat Ackerman, un confeccionista de pret a porter de cincuenta y siete años, calvo, está sentado en la cama terminando de leer el Daily News. Lleva puestas una bata y zapatillas y lee a la luz de una lamparilla cogida con grampas al cabezal blanco de la cama. Es cerca de medianoche. De pronto, se oye un ruido, Nat se sienta y mira la ventana.) NAT: ¿Qué diablos es eso? (Trepando torpemente por la ventana, aparece una figura sombría y con capa. El intruso viste una capucha negra y ropa ajustada al cuerpo también de color negro. La capucha le cubre la cabeza, pero no la cara, que es de mediana edad y absolu