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Mostrando entradas de julio 3, 2011

«Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos»

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Entrevista a Monzantg sobre el Bicentenario por Naile Manjarres 1.- ¿Podría resumir los rasgos determinantes del proceso independentista de Venezuela? La independencia fue un proyecto sectario de un grupo de hombres que quería sustituir en el ejercicio del poder a otro grupo de hombres, también sectarios. 2.- Además de la importante participación de los miembros de la Junta Patriótica, ¿fue precisa la participación popular para concretar la firma del documento de independencia? Lo que he observado es que, hasta el momento, eso que no sin nostalgia historiadores y otros «científicos» sociales llaman «participación popular», sucede como cuando en una película de Hollywood hay muchos «extras»: basta con que se muevan rápido, no se vean sus caras, griten mucho y mueran con facilidad. Aparte de eso, el final feliz o la cara que recordaremos será la del protagonista. 3.- ¿Los sucesos del 5 de julio de 1811 son algo más que una efeméride en el calendario? Sí, son el punto de partida de una id

El lenguaje del espacio. Por Michel Foucault

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Publicado en Critique, N° 203, abril de 1964, traducción de Luis Alfonso Palau C. Durante siglos, escribir se ha supeditado al tiempo. El relato (real o ficticio) no era la única forma de esta pertenencia, ni la más próxima de lo esencial; incluso es probable que él haya ocultado la profundidad y la ley en el movimiento que parecía manifestarlo mejor. A tal punto que liberándolo del relato, de su orden lineal, del gran juego sintáctico de la concordancia de los tiempos, se creyó que se exoneraba el acto de escribir de su vieja obediencia temporal. En efecto, el rigor del tiempo no se ejercía sobre la escritura por el sesgo de lo que escribía, sino en su espesor mismo, en lo que constituía su ser singular, ese incorporal. Dirigiéndose o no al pasado, sometiéndose al orden de las cronologías o dedicándose a desanudarlo, la escritura estaba presa en una curva fundamental que era la del regreso homérico, pero también la del cumplimiento de las profecías judías. Alejandría, que es nuestro l