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Mostrando las entradas etiquetadas como Virgen María

Carta de un Provinciando del Mundo

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 Por Valmore Muñoz Arteaga Escribo estas líneas no con ánimos o intereses estéticos. Las escribo con solo una intención: expresar lo que pienso-siento en este momento. No puedo decir que marco distancias de filósofos o poetas porque, al final, ellos terminan formando parte del ADN de las ideas, incluso, aunque uno nunca los haya leído. Me gustaría mencionar el origen, la fuente de estas líneas, de dónde vienen, pero como tampoco sé hacia dónde van, supongo que estamos a mano. Quiero titular estas líneas Carta de un Provinciano en el Mundo . Así tituló Hesnor Rivera, amigo y magnífico poeta venezolano, las colaboraciones que durante su permanencia en París y Colonia, envió al Diario Panorama como una especie de corresponsal alucinado. Además, porque, según la etimología, un provinciano se refiere a aquel que es perteneciente o procedente de un lugar fuera de la capital. Escribo como provinciano perteneciente a otro mundo y es que, algunas veces, me siento ajeno a mi tiempo y espa...

María nuestra del Magníficat, ¡María de nuestra Liberación!

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 Por Valmore Muñoz Arteaga La presencia y acompañamiento de la Virgen María al pueblo latinoamericano se ha sentido siempre de manera muy, muy cercana, casi que podríamos decir o, más bien, repetir, pues lo han dicho muchos, que somos un pueblo esencialmente mariano. María es sentida palpitar revistiendo, además, el colorido de una presencia evangélica inculturada, en sintonía perfecta con las más hondas aspiraciones de sus gentes. Pedro Casaldáliga, obispo y poeta, dibuja en una oración esos rasgos inculturados de una Virgen, madre de todos los hombres genuinamente evangélica, universal y que se arraiga en la humanidad sencilla, que sufre con frecuencia, pero que siempre se muestra gozosa y esperanzada: “María de Nazaret, esposa prematura de José el carpintero, aldeana de una colonia siempre sospechosa, campesina anónima de un valle del Pirineo, rezadora sobresaltada de la Lituania prohibida, indiecita masacrada de El Quiche, favelada de Río de Janeiro, negra segregada en el Apar...

María, la Iglesia y el Islam

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 Por Valmore Muñoz Arteaga ¿Queréis que yo os ofrezca un ejemplo fiel a seguir, válido para todos los creyentes del mundo? Ese ejemplo es María, “hija de Imran, que conservó su virginidad y en la que infundimos de Nuestro Espíritu. Tuvo por auténticas las palabras y Escritura de su Señor y fue de las devotas” Esto dice el Corán en la sura 66 versículo 12. El Corán, como bien sabemos, es el libro sagrado del Islamismo, es su Biblia. Este libro consta de 114 suras o capítulos. De esos 114 capítulos, sólo 8 llevan por título el nombre de algún personaje vinculado con la fe islámica, uno de esos nombres es el de la Santísima Virgen María, Madre de Dios. El Islam nos presenta a María como virgen, inmaculada, pura, piadosa, prudente, consciente de la función que cumple a lo largo de su vida, predestinadamente idónea para acoger el Verbo de Dios, con perfecta disponibilidad. Al igual que los cristianos, los musulmanes ven en María a su Señora. Nos explica Francesc-Xavier Marín, experto e...

Libros disponibles

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Los libros pueden ser descargados gratuitamente, pero si deseas colaborar con la finalidad me brindarme respaldo económico para lo explicado previamente, aquí tienes todas las posibilidades para ello. Muchas gracias. Paz y Bien   PARA COLABORAR ECONÓMICAMENTE  Banco Mercantil (Cuenta corriente) 0105-0265-9112-6508-2952 Cédula de identidad 11393831 Pago Móvil:  Número celular : 04120649388  Cédula : 11393831  Banco : Mercantil Paypal:  http://PayPal.me/vmunozarteaga Zelle:  bettopuerta@gmail.com  (Jesús Portillo) LIBROS: 1.- ROSTROS DE AMOR A partir de una más humana dimensión del sentir humano, intentamos hacer un recorrido por algunos momentos de nuestra vida espiritual acariciando personajes, libros, frases, ideas, conceptos de quienes decidieron orientar sus historias a partir de una concepción más sintiente de la realidad. Deambulamos en paz por entre los ramajes de la historia para dialogar con el pensamiento franciscano, en medio de las bond...

Noche oscura del alma

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 Por Valmore Muñoz Arteaga “En una noche oscura, con ansias en amores inflamada…”, así comienza uno de los grandes clásicos de las letras españolas, pero, al mismo tiempo, uno de los conceptos místicos más profundo de los que podamos conocer: la noche oscura del alma. Tan profundo. Tan tremendamente humano. Jesucristo tuvo su noche oscura. La Santísima Virgen tuvo su noche oscura, de hecho, podría asegurar que tuvo más de una. Todos los santos de la Iglesia, de todos los tiempos y geografías, vivieron su noche oscura del alma. De hecho, San Juan de la Cruz, escritor del poema, también la vivió y de manera intensa. “La cueva oscura donde temes entrar es donde está tu tesoro”, escribió Joseph Campbell. En pocas palabras, la noche oscura del alma es una crisis espiritual y de identidad que se resuelve cuando el sujeto encuentra a Dios. Para decirlo más llanamente, cuando nos sentimos aplastados por las dificultades y ellas nos vacían de tal forma que pensamos que nada tiene sentido,...

Ante la belleza… el silencio

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 Por Valmore Muñoz Arteaga San Agustín no escribió formalmente un tratado sobre estética, aunque su obra está llena de pasajes que podrían, perfectamente, allanar el camino para conocer lo que al respecto pensaba. Creía firmemente que aquello que provoca la serenidad de la dicha es bello, en cuanto a que todo lo bello en el orden místico se despliega hacia Dios y se afirma en Él. Todo lo bello procede de Dios, ya que Dios es amor y solo se ama lo bello; pero, al mismo tiempo, el amor hace bello al que ama y al que es amado. Amor y belleza forman parte de un mismo entramado: el entramado de la verdad, es decir, Dios. Dios es amor. Dios es belleza. Dios es verdad y es la verdad. Estas cosas subieron de mi corazón a mi mente cuanto entré por primera vez en la nueva capilla del Colegio Mater Salvatoris de Maracaibo. Un lugar para el recogimiento y la contemplación, pero una contemplación entendida como un mirar con admiración y amor comprometido, en gesto gozoso, abierto a la unión c...

CUSTODIAR EL CORAZÓN. Audiencia del Papa Francisco

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  Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hoy quisiera introducir un ciclo de catequesis sobre el tema de los vicios y las virtudes. Y podemos comenzar por el inicio mismo de la Biblia, donde el libro del Génesis, a través del relato de los progenitores, presenta la dinámica del mal y de la tentación. Pensemos en el paraíso terrenal. En el cuadro idílico que representa el Jardín del Edén, aparece un personaje que se convierte en el símbolo de la tentación: la serpiente, este personaje seductor. La serpiente es un animal insidioso: se mueve lentamente, deslizándose por el suelo, y a veces ni siquiera se nota su presencia, porque es silencioso y consigue mimetizarse bien con su entorno Sobre todo por eso es peligrosa. Cuando inicia su diálogo con Adán y Eva, demuestra que también es un refinado dialéctico. Comienza como se hace en los malos chismes, con una pregunta maliciosa: "¿Es verdad que Dios dijo: ¿No comerás de ningún árbol del jardín?" (Gn 3,1). La frase es fals...

EL COMBATE ESPIRITUAL. Audiencia general del Papa Francisco

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  Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! La semana pasada entramos en el tema de los vicios y las virtudes. Este nos llama a la lucha espiritual del cristiano. De hecho, la vida espiritual del cristiano no es pacifica, linear y sin desafíos, al contrario, la vida cristiana exige un continuo combate: el combate cristiano para conservar la fe, para enriquecer los dones de la fe en nosotros. No es casualidad que la primera unción que cada cristiano recibe en el sacramento del bautismo - la unción catecumenal - sea sin perfume y anuncie simbólicamente que la vida es una lucha. De hecho, en la antigüedad, los luchadores se ungían completamente antes de la competición, tanto para tonificar sus músculos, como para hacer sus cuerpos escurridizos a las garras del adversario. La unción de los catecúmenos pone inmediatamente en claro que al cristiano no se salva de la lucha, que un cristiano debe luchar: su existencia, como la de todos los demás, tendrá también que bajar a la arena, po...