El papel del escritor

Albert Camus Al aceptar la distinción con que esta Academia ha querido honrarme, mi gratitud era tanto más profunda porque sabía que esta recompensa sobrepasaba mis méritos personales. Todo hombre, y, con mayor razón, todo artista, desea ser reconocido. También yo lo deseo. Sin embargo al conocer esta decisión he comparado su prestigio con lo que soy realmente. ¿Cómo un hombre casi joven, cuya única riqueza son sus dudas y una obra aún en el telar, habituado a vivir en la soledad del trabajo o en las estancias del afecto, no hubiera sentido una especie de pánico ante una determinación como esta, que de un golpe le lleva, desde su soledad al centro de una luz resplandeciente? ¿Con qué corazón también podía recibir él este homenaje en la hora presente en que, en Europa, otros escritores, de extraordinarias dimensiones, están reducidos al silencio, mientras su tierra natal padece una incesante desgracia? Yo he conocido ese desasosiego y esa turbación interior. Para recuperar la paz, ...